Se empezó a construir en 1413 por orden de Fernando de Antequera, rey de la corona de Aragón, para defender la zona de posibles ataques sarracenos o de piratas berberiscos, hecho no precisamente aislado y que había convertido las costas de Orpesa/Oropesa del Mar, según palabras textuales del propio Rey, en costas que “En lugar de hombres, las habitan panteras; y en lugar de aves domésticas revolotean los buitres y los cuervos”. Curiosamente se fue construyendo con donativos en cepillos de las iglesias colocados a tal efecto y con donativos particulares de las gentes de la corona de Aragón, principalmente de Valencia.
De todas las ampliaciones y mejoras que en ella se hicieron, quizás la más importante fue la que realizó Juan de Cervellón en 1534, dejando los muros de la misma en 4 metros de anchura. En 1568 la torre fue comprada por Felipe II por 10.000 ducados, por lo que pasó a llamarse la Torre del Rey.
Si contemplas esta construcción prácticamente única en el mundo, puedes comprender la sensación de seguridad que transmitía a los habitantes de Orpesa/Oropesa del Mar y que contribuyó ciertamente a la repoblación y florecimiento de la localidad. Su sola presencia disuadió a buen seguro de muchos ataques de piratas, tan frecuentes en la época, y te ofrece hoy en día la posibilidad de admirar una construcción militar sin parangón en el resto del mundo.
** Cerrada a visitas hasta nuevo aviso.