En el siglo XVII se construyó como un anexo a la muralla, este edificio de planta regular y doble altura con dos salas comunicadas.
La primera planta, la ocupada el carcelero, con sus útiles de tortura, y la situada en el fondo se utilizaba como celda.
En el siglo XVIII se trasladó la puerta a su posición actual, conviertiendo la anterior en una ventana enrejada.
En el siglo XIX dejó de utilizarse cuando los preseos fueron trasladados a la nueva carcel en el antiguo hospital de la villa.
Hoy es una sala del Museo de Oropesa del Mar, donde puede verse en un audiovisual como se impartía la justicia en la Edad Media y en la era Moderna.
Visitas guiadas:
Más información en el Museo de Oropesa del Mar: 964 310 100 (ext: 1621)